domingo, 15 de enero de 2012

El desafío es generacional




El marco del nuevo contexto social chileno abre espacios y crea nuevas expectativas para las nuevas generaciones políticas, mientras avanzaba el 2011 desde aproximadamente junio en adelante, muchos dirigentes empezamos a darnos cuenta que este movimiento era más social que estudiantil, pues se conformaba como un nuevo espacio de mayoría en la política chilena, contaba con una aprobación social promedio del 80% de los chilenos, el movimiento es más que un grupo de estudiantes luchando por sus derechos, es una critica al modelo económico, social político y cultural, por lo mismo, este se debe perfilar como una nueva plataforma para la construcción de nuevas mayorías en Chile, con nuevos liderazgos.

Muchos jóvenes no ven con buenos ojos la política, y con toda razón, en ella denotan vicios y egocentrismos que son difíciles de comprender, muchos se preguntan, ¿cómo te puede gustar ese ambiente?, ¿cómo puedes ser de un partido político?, la respuesta no es simple y hace relación con nuestras vocaciones.

Es cierto, los partidos políticos en Chile son instituciones agotadas al servicio de una minoría ultra subjetiva, me refiero por ejemplo al “opus dei”, sectores empresariales o sindicales, no poseen democracia interna, son liderados por verdaderas mafias o sectores internos que comparten intereses creados, especialmente en el ámbito económico y por sobre todo, carecen de debate país, pero sin duda, ante la realidad del Estado contemporáneo, son la única forma de construir democracia, hasta ahora.

Tengo la certeza que quienes han construido hegemonía en estos espacios de poder no tienen intención alguna de que los partidos crezcan o se modernicen, que hayan personas criticas en ellos, los partidos al igual que nuestra “democracia” se fueron envejeciendo, esa fue la alternativa estratégicamente elegida, el objetivo es no tener una renovación generacional, pues conviene mucho más impregnarlos de tribus republicanas con apellidos como los Bulnes, Tohases, Freises, Girardis, Larraines y muchos otros.

Es por esto, que el contexto es tan importante, porque constituye una nueva alternativa para gobernar Chile, durante más de 20 años el gigante de la democracia dormía y nuestra clase política hacia y deshacía en los espacios de decisión, se apernaban en los cargos familias completas en ministerios, hospitales, municipios y en toda institución pública.

El año recién pasado, el 2011, millones de jóvenes marcharon y cientos discutían en las universidades públicas y tradicionales del país, también lo hacían en las universidades privadas, la consigna era cambiar Chile, cambiarlo superando las desigualdades, partiendo desde la educación, que no es otra cosa, sino, la reflexión del tipo de hombre que nuestra sociedad desea. Luego estos cambios se extenderían a reformas tributarias y políticas, para llegar a cuestionar la constitución chilena, no republicana, sino, hecha en un gobierno de facto, escrita con la sangre de miles de nuestros compatriotas y que Lagos, tontamente, intentó maquillar de democrática.

Existen actos políticos torpes, Ricardo Lagos jamás debió incorporar reformas constitucionales a la constitución creada por Jaime Guzmán, nadie en su sano juicio político legitima este tipo de documentos, falto mano dura, más decisión e identidad política, esa es una de las criticas más duras que se reproducen en las calles a los gobiernos de la Concertación, la falta de identidad y el exceso de comodidad con el modelo heredado.

La nueva generación es más ortodoxa de sus ideas e ideales, no cree en esto de gobernar y hacer los cambios en la medida de lo posible, no creen en los partidos precisamente por que no resuelven nada, solo se quedan en los buenos análisis, en los sesudos diagnósticos.

La nueva generación es más preparada, no es fácil pasarles gato por liebres, no es gatopardista, tiene contacto con la calle y con la academia, por lo tanto, su discurso esta constituido desde la realidad, desde lo pragmático, recuerdo que hace meses el diario La Tercera nos entregaba un perfil de los nuevos liderazgos de los espacios más independientes del Confech, muchos de ellos venían de sectores muy vulnerables, esa acumulación de fuerza, fueron décadas de injusticias cosechadas en manos de los demócratas y los economistas, es por eso, que el movimiento tiene tanta fuerza social, porque esta revestido de realidad, de agotamiento y cansancio.

Por el contrario, la antigua generación, ya lleva 4 décadas discutiendo sus propios paradigmas, echan mano de cuando en vez a la historia para validarse, pero lo cierto es que son un grupo de privilegiados, alejados de la realidad, inconsecuentes en su actuar, incluso con lo que dicen pensar, la política, ellos la transformaron en una industria más del capital, llena de burocracias y que le resulta de muy alto costo al pueblo chileno. La política chilena esta llena de siutiquerías y tradiciones detestables, de personas sin vocación de ayudar a nadie.

Sin duda, existen como en toda norma excepciones, pero el marco general es mayormente así, lo digo desde la propia experiencia.

Este año 2012 volveremos a las calles a construir una nueva organización, los nuevos actores vienen con más experiencia que el año recién pasado, utilizando medios de difusión regional como: Diarios y radios locales, redes sociales, es una generación preparada para gobernar, con vocación de poder y sin pelos en la lengua.

En la última semana, apareció un nuevo referente se denomina Revolución Democrática, es liderado por Giorgio Jackson, una de las figuras más mediáticas de la centro izquierda del movimiento, tengo la oportunidad de conocerlo, y estuvimos con el al día siguiente del lanzamiento, almorzamos en la fiesta de los abrazos junto a otros dirigentes en el parque O’Higgins, estoy seguro que Giorgio ya hizo la lectura de capitalizar las demandas del movimiento social en su referente, según nos comentaba, el primer día ya tenia 900 correos de personas que querían pertenecer al movimiento y que pretendían apoyar económicamente el proyecto, miles de entradas en la pagina, eso habla de que las personas están buscando alternativas a la clase política actual.

El poder no se comparte, se disputa, esta es una de las frases más celebres de los partidos políticos, el poder como fuente inspiradora de la política, se disputa de manera dialéctica en los partidos, pero sin reglas claras, en un partido político, gana el más fuerte, es la ley de la calle, no importa que ideas proponga, nadie escucha las ideas de nadie, sólo se pertenece al piño, no se cuestiona lo que dice el líder, aunque por lo general, no dicen nada, viven de la cuña de la radio o el diario y todo lo electoriza.

Los partidos políticos hoy en día, lo que no quiere decir que no los podamos corregirlo al día de mañana, son los que más derechos humanos violan (desde la perspectiva de la representación), es un descaro ver como se roban los votos, suben y bajan candidatos, manipulan elecciones primarias y con mayor razón las internas, de hecho sus elecciones internas, darían para un capitulo entero en este libro, en ellas usted común y corriente ciudadano, se puedes encontrar con las cosas más asombrosas.

Bajo esta penosa realidad, la alternativa para construir la utopía de una sociedad mejor y más justa es el nuevo movimiento social, hemos de desear que traiga consigo buenos frutos y liderazgos más humanizados, que empaticen con el dolor del otro, con el dolor de nuestro pueblo que la generación anterior ya olvidó.

La nueva generación no esta determinada por las juventudes de los partidos políticos chilenos, sino, una generación que de manera simultánea y externamente, empieza a liderar diversos espacios en la sociedad.

Es lamentable, precisar que ninguna juventud política se pronuncio en torno a las demandas, que nadie quería ser salpicado por la rabia social de la que hablaba antes, mientras millones de personas tocaban cacerolas en todo Chile, los partidos discutían sobre las municipales, por ejemplo: la juventud socialista de Chile titulaba en la prensa y acusaba al gobierno de Piñera de no incentivar el uso del preservativo.

Esta demás decir, que concuerdo con el uso del preservativo, pero los tiempos políticos estaban circunscritos en otros temas, no era el momento de atacar la agenda valórica de la derecha, eso es lo que me hace pensar que estos pequeños laboratorios políticos, las juventudes, están jugando Nintendo Wi mientras Chile se piensa a si mismo en los diversos espacios de representación.

Sin embargo, los partidos en una señal política y evidentemente como estrategia, tanto en las municipales, como en las parlamentarias, levantaran sus jóvenes caudillos que son obsecuentes al proyecto del sector que los impulse, hay que tener ojo con aquello, pues estos jóvenes, son versiones mejoradas de la antigua generación que ya hemos descrito, representan un peligro para la democracia.

Para cambiar Chile debemos trabajar desde la base de los movimientos sociales y evitar la propagación del establishment, no porque nos neguemos a que exista una generación que domine, un Estado, es evidente que eso sucederá lo queramos o no, sin embargo, porque necesitamos que esta nueva generación política tome de si y para suyo los cambios que piden las personas comunes y corrientes en las calles, no podemos seguir avalando que la política sea una industria pornográfica, llena de espectáculos, es hora de subirle su condición moral.